#82.3 | PRESENTACIONES DE IMÁGENES: Taller de Niño-a-Niño impartido por Habilítate Mazatlán
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PRESENTACIONES DE IMÁGENES: Taller de Niño-a-Niño impartido por Habilítate Mazatlán
Hasta la fecha, el equipo de Habilítate ha sido muy activo en talleres de Niño-a-Niño y asientos especiales hechos con cartón.
Las actividades del Programa de “Niño-a-Niño” son participativas, basadas en el descubrimiento y actividades divertidas. Implican juegos de simulación, narración de cuentos, y aventuras reveladoras, que despiertan la curiosidad y llevan a encontrar la solución de problemas. En el mejor de los casos Niño-a-Niño se basa en los principios de “liberación de la pedagogía”, en los que el desafío es que los alumnos expongan sus propias ideas en lugar de empujarlos a hacerlo. Se facilitan actividades innovadoras, en las que los niños hacen sus propias observaciones, sacan sus propias conclusiones, piensan en las cosas que podrían hacer para mejorar las situaciones injustas, y finalmente hacen sugerencias con respecto a la participación activa colectiva para el bien común. Aunque una gran cantidad de planificación cuidadosa puede entrar en tales actividades, el proceso a menudo resulta inspirador … aunque algo impredecible.
Niño-a-Niño se desarrolló inicialmente para ayudar a los niños a aprender qué pueden hacer para proteger y mejorar la salud, especialmente de bebés y niños pequeños. Sin embargo, los programas de PROJIMO en México han adaptado diversas actividades para la sensibilización y la inclusión de las discapacidades. Uno de los líderes de este enfoque en México es Rigoberto (Rigo) Delgado, un joven cuadripléjico (lesionado de la médula espinal) que pasó años en PROJIMO Coyotitán, primero para su propia rehabilitación, más tarde como líder del programa.
(Para ver un boletín [# 68] sobre Rigoberto Delgado, haga clic aquí )
Rigo Delgado (con camisa rosa), cuadripléjico (paralizado desde el cuello hacia abajo), estudiante de la Universidad Autónoma de Sinaloa, lanzó un programa para promover los derechos de las personas con discapacidad y el acceso al campus.
Aquí Rigo habla con un profesor frente a una de las muchas rampas que construyó la universidad en respuesta a la movilización de estudiantes discapacitados para una mejor accesibilidad.
Debido a que Rigo ahora tiene una vasta experiencia impartiendo los talleres de Niño-a-Niño con un enfoque en discapacidad, el equipo de Habilítate lo invitó a ayudar a dar su primer taller, con escolares en Mazatlán, y en el proceso enseñó al equipo la metodología (a través del aprender haciendo). Rigo estuvo de acuerdo, e hizo un gran trabajo.
Los primeros talleres de Niño-a-Niño realizados por Habilítate se llevaron a cabo en las coloridas instalaciones del Grupo Los Pargos. Los Pargos es una organización no gubernamental que fue formada hace 20 años por familias de niños discapacitados. Ahora todos los niños han crecido, pero todavía se reúnen en el centro todas las tardes de los días laborables. Por las mañanas, prestan una gran sala en el centro de Pargos la Secretaría de Educación, que la usa como aula de una escuela primaria.
En un salón de clases en Los Pargos, Rigo, un psicólogo social, (en silla de ruedas) ayuda a los miembros de Habilítate a aprender el espíritu y la metodología de Niño-a-Niño, adaptándolo para mejorar la inclusión de niños discapacitados. Las madres y otros familiares de los niños también fueron invitados a participar.
Tomás, quien es discapacitado por secuelas de polio cuando era pequeño, les muestra a los niños sus aparatos ortopédicos para las piernas, los cuales le dan el soporte a sus piernas paralizadas lo cual le permite caminar con muletas.
Se invitó a los niños a que preguntaran a los miembros del equipo de Habilítate cualquier pregunta que quisieran sobre sus vidas y sus discapacidades. Fue una de las primeras veces que la mayoría de los niños tuvieron la oportunidad de conocer a personas con discapacidades, y fueron muy curiosos. Se produjo un gran intercambio amistoso.
Los niños también me preguntaron sobre mi discapacidad. Me habían operado recientemente en mi pie izquierdo, que estaba enyesado.
En una de las primeras actividades, los niños se dividieron en grupos pequeños y se les pidió que dibujaran las diferentes causas de la discapacidad, y luego las posibles formas de prevenirlas. Aquí cada grupo se prepara para dibujar en grandes hojas de papel.
Los niños tomaron la actividad muy en serio y fueron muy creativos y coloridos al representar sus ideas.
Los miembros del equipo de Habilítate participaron con los niños en sus dibujos e intercambiaron ideas.
Después de que terminaron los dibujos, cada grupo los explicó y discutió sus pensamientos con la clase. Todos los que quisieron aportar ideas y sugerencias lo hicieron.
Los juegos de simulación ayudaron a los participantes a probar diferentes discapacidades. Aquí las madres ayudan a vendarles los ojos a algunos de los niños.
Aquí una madre guía a su hijo "ciego".
Subir y bajar escalones sin ver no es fácil.
Aquí dos de los integrantes de de silla de Habilítate en silla de ruedas guiando a los niños "ciegos".
A continuación, los niños guían a sus madres con los ojos vendados.
Aquí los niños videntes guían a los "ciegos" para jugar en una res baladilla. ¡Bastante aterrador pero divertido!
En otra actividad, sobre ver y escuchar, un niño con los ojos vendados se encuentra en un círculo de rocas. Otros niños, turnándose, intentan acercarse sigilosamente y robar una piedra. Si el niño con los ojos vendados los oye, los señala y ese niño queda fuera del juego. Esta actividad enfatiza la importancia de la visión y la buena audición.
Aquí Tomás intenta acercarse sigilosamente en su silla de ruedas para robar una piedra.
Después de estos juegos, todos discuten lo que significa y se siente al no ver bien. También se dan cuenta de que un niño con una discapacidad tiene los mismos sentimientos, necesidades y derechos a jugar que otros niños.
Los niños también tienen la oportunidad de moverse en sillas de ruedas.
Aquí dos niños sostienen una carrera de silla de ruedas en la cancha de básquetbol.
Aquí los niños aprenden cómo ayudar a una persona en silla de ruedas a subir una rampa muy inclinada.
Con todo, tal vez el resultado más positivo de la experiencia de Niño-a-Niño es el compañerismo y el intercambio amistoso entre los escolares y los miembros discapacitados del equipo de Habilítate. Los niños comienzan a darse cuenta de que las personas con discapacidad son como cualquier ser humano y pueden ser tan buenas amigas y tan divertidas como otras personas.
En una sesión de discusión final, los niños comentaron cómo disfrutaron las actividades de Niño-a-Niño y lo que aprendieron. Sus comentarios en su mayor parte fueron bastante positivos. Algunos dijeron que lo que más les gustaba era hablar abiertamente con los miembros del equipo de Habilítate sobre sus discapacidades y obtener respuestas directas y claras. Los niños sintieron que en el futuro se sentirían más cómodos haciendo amigos con alguien con una discapacidad porque, como dijo una niña pequeña, “por dentro, somos más o menos lo mismo”.